Aumentando su frecuencia vibratoria para siempre

¿Alguna vez has visto a alguien entrar a una habitación llena de gente y con su mera presencia la energía en la habitación se eleva o se cae? Es un hecho científico que los humanos somos seres energéticos. Nuestras ondas cerebrales se pueden medir como una frecuencia eléctrica mediante EEG, EKG, MRI, etc. Como sociedad, hemos aceptado, aunque inconscientemente, la detección de campos energéticos propios y ajenos.

 Detectamos y respondemos a la energía de los demás sin siquiera comprender lo que estamos sintiendo. Dentro de nosotros mismos, tenemos altos y bajos, que experimentamos emocionalmente: la depresión es baja, la alegría es alta. Estas son expresiones emocionales altas y bajas de nuestras propias frecuencias vibratorias. Hay un rango, que va desde la dicha y la iluminación, que es la frecuencia más alta, hasta la depresión y la desesperación en la parte inferior, que es la frecuencia más baja. Todas las otras emociones caen en el orden
descendente de alta frecuencia a baja frecuencia. Una vez que reconocemos que nuestra vibración y nuestras emociones están interconectadas, tenemos una mayor capacidad para elevar nuestra frecuencia de forma intencionada mediante el uso de nuestras emociones como un medidor de frecuencia. Si te sientes bien, tu vibración es alta. Si te sientes mal, tu vibración es baja. Es tan simple como eso.

 Elevar nuestra vibración es valioso por una serie de razones; la más importante, por supuesto, es nuestra propia salud emocional y mental. Pero elevar nuestra vibración tiene beneficios adicionales, muchos de los cuales son sociales. Elevar su vibración a uno de compasión afecta a todas las personas con las que tiene contacto de manera positiva. La benevolencia y el amor incondicional expresado a través de ustedes a quienes los rodean tienen un resultado de multiplicación y multiplicación. Además, aferrarse a las emociones de frecuencia más baja, como la ira, el resentimiento y la depresión, aumenta el riesgo de muchas de las enfermedades crónicas que prevalecen actualmente y son casi completamente evitables. Los efectos curativos positivos de las emociones de mayor frecuencia, como la esperanza y la alegría, se han estudiado ampliamente.

 Una de las maneras más efectivas de elevar tu vibración es aquietar tu mente. Al liberarse de la charla destructiva del ego de los estados emocionales inferiores al aquietar la mente, deja espacio para frecuencias emocionales más elevadas, como la felicidad y la alegría.

 Todo esto vino a mí claramente cuando estaba experimentando largos períodos de alegría. Tuve días y semanas de alegría total por los ajustes que había hecho en mi vida. Un día, mientras estaba en este estado de alegría, me di cuenta de que mi mente estaba callada y de que tenía muy pocos pensamientos. Los pensamientos que tuve fueron pensamientos como "¡pájaro!" "océano", "¡hermoso!" "buena brisa ..." "sediento". Me di cuenta de esto y comencé a preguntar qué había pasado con mi parloteo del ego. No extrañé el interminable galimatías de mi mente egoica y sentí tanta quietud en mi mente que quería estar seguro de poder continuar sintiendo alegría, lo que parecía traer tranquilidad a la mente, ¿o era al revés? ¿Cuál vino primero, me preguntaba, quietud de la mente, y luego alegría? O la alegría, y luego la tranquilidad mental? Honestamente, no creo que importe, pero el punto es que queremos sentir alegría, que es una frecuencia muy alta, y si actualmente no sentimos alegría, tranquilizar la mente es sin duda una forma de llegar a la alegría.

 La manera más efectiva y poderosa de aprender a calmar la mente es a través de la meditación. He oído que todos los líderes espirituales exitosos de autoayuda incluyen la meditación como parte de su rutina diaria. Medito tan pronto como me levanto y justo antes de irme a dormir por la noche. Si eres como la mayoría de las personas, estás pensando todo el tiempo. Esta mente pensante es en realidad un yo falso; lo identifican como usted, pero en realidad el auténtico que está enterrado debajo de su parloteo es tranquilo y pacífico y no piensa en absoluto.